NO TIENE NOMBRE

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NO TIENE NOMBRE

ESTO ERA UNA CARPETA ENTERA 

CON FOTOS MÍAS

Y ESTO ERA OTRA CARPETA ENTERA 

CON FOTOS DE ACRÍLICOS DE MI HIJO

Las palabras, después de todo lo que ya he contado, ¿cómo digo que sigue señalando? ¿cómo digo lo que estas capturas significan? Las señales son un acto más y cada una de ellas para no tener que hacerse cargo de lo anterior. No encuentro el modo de cortar, alcanzar el sitio por donde separar definitivamente a este psicópata de aquí. Causar daño es una cosa, y este ensañamiento es otra. Son las seis de la madrugada, empecé a volcar en el disco duro el último pendrive, pero por cada paso que intento dar hacia adelante, tengo un nuevo impedimento. No sé qué clase de persona puede seguir todavía haciendo algo así. No es un archivo, es toda la carpeta, las dos carpetas completas. Y no es una vez, sino durante dos años seguidos a saco y los cuatro anteriores ¡y me sigue señalando ahora!  Si lo dijera en público, si con la saña con la que lo dice aquí lo admitiera en público, podría creer en alguna clase de motivo por injustificado que fuese. Pero no los hay, el motivo es un robo demencial para hacerse pasar por lo que no es, si lo supieran, fracasaría su plan frío, premeditado, ladino y muy cobarde.

Y aún sabiéndolo, nadie imagina el grado de violencia, en qué precisos momentos hace esas señales y con qué asquerosidad se lava las manos ni con qué frases en las que se considera dador de compasión se sigue lavando sus sucias manos.

Pensar en el tiempo que llevo así y en la saña con la que ha ido robando, saqueando, me sienta mal, así que, pese a que se me está juntando todo, sólo atenderé a cómo corto definitivamente con este bastardo. Con todos sus actos.
Me indigna que lo haya relacionado con “amor” ni en sus formas opuestas, es una avaricia desmedida, la violencia, las faltas de todas clases, se han acrecentado por el hecho de no haber podido poner yo esa distancia, cualquier violación es grave, pero la hecha a un discurso, abarca mucho más de lo que yo misma soy capaz hoy de decir. No que yo he perdido ningún límite por ello, aunque me está afectando ya físicamente y mucho, pero ese que lo hace sí ha perdido los cuatro o seis puntos cardinales. Ha perdido la noción de lo que es el bien o el mal completamente. Había comprado pendrives porque con los cds, fue una escabechina. Es el tercer ordenador que invade. Y por lo visto tiene el plan de no retroceder. (señal) eso sí, habla en el chat de simbolización.   








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