Y SIGUE....

Y SIGUE....

Edmond Jabés, “Del Desierto Al Libro”

. . . . - "La mentira no se opone más que a la mentira. La verdad está siempre a la espera de ser verdad. Toda idea se vuelve mentira en cuanto se la deja estática, en cuanto se da como ejemplar". -Edmond Jabés, “Del Desierto Al Libro” - . .
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“Aquí, lo que representa una fuerza, en la forma de la escritura-interna y esencial a la palabra, ha sido contenido fuera de la palabra.”

Jacques Derrida-
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JORGE CASTILLO FAN ES UNA SOLA PERSONA

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SACA MI COMENTARIO DE TEXTO DE TU WEB, ESTAS SON TUS PALABRAS Y TUS ACTOS. JORGE CASTILLO.


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TODOS LOS NICKS QUE HAN PROTAGONIZADO LAS 114 ENTRADAS DE ESTE BLOG, LAS 102 DEL PRIMERO Y LAS 9 QUE HASTA HOY HE PODIDO TRASLADAR A ESTE OTRO, SON UNA MISMA PERSONA, Y ALGUNAS DE SUS COLABORADORAS. TODOS ELLOS, FEMENINOS O MASCULINOS, UNA SÓLA Y MISMA PERSONA. ¿MUCHA LOCURA? EXACTAMENTE ESO DIGO YO… Y NO CITÉ A TODOS LOS PERSONAJES…
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trasto: "i jorge castillo es amatista"... ¿Y cómo lo sabe si "me lo he inventado yo todo"?

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martes, 2 de noviembre de 2010

TREGUA

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TREGUA






No tengo tregua…

… De todas las características que se repiten, esa es quizás la que más sobresale. La ansiedad, la ira, LA PRESIÓN que yo siento, son todas una amalgama de esa precipitación atosigante. Yo diría que como una demanda que se boicotea a sí misma todas las veces y consigue unos resultados espectacularmente acordes con algo que desconoce. Lo veo venir… lo llevo viendo venir desde el comienzo, cuando digo “ignorante” o ignorancia, me refiero a eso. Cuando me atropello para hablar, cuando como efecto de ello acabo por adoptar un discurso que no es el mío, es bajo esa misma precipitación de efectos como un amasijo de piedras que se colocan encima de una nube exigiendo de ella que resista. Cuando esas piedras acaban haciendo agujeros, lo que era moldeable se ve forzado a acumular un extremo de energía para no derrumbarse… luego, a mayor resistencia, mayor presión y en ningún momento se reconoce la materia de la que están hechas ni las piedras ni las nubes. Esas señales… cada vez que construyo una frase, pisotean la levedad de las palabras, la polisemia de todos los diccionarios juntos. Cuando no es aquí, se niega a hablar, “se boicotea”… yo hablo de él sin querer hacerlo, sin necesitar nada más que librarme de ese él, pero del mismo modo que no reconoce lo piedra que es, tampoco ve que mis palabras las haya forzado previa, deliberada, obstinada, obsesiva, brutal, ignorantemente él. Ha convertido el acto de hablar en una batalla campal.

Es ineludible que somos seres hablantes, luego es una inconmensurable ignorancia pretender doblegar un discurso. Salté de la cama el sábado pasado donde estaba en tal y tal y tal… y tal y tal y tal… porque decir esto es más real que cualquier delimitación, con la energía, literalmente, de esa frase:


“Se comienza cediendo en las palabras,
y se termina cediendo en las cosas.”

-Sigmund Freud-


que luego a trancas y barrancas pude al día siguiente asociar con otras mías y después de haber tenido que desistir ante la avalancha de señales, y ninguna otra cosa más que porque ella recoge perfectamente la trascendencia de lo que es no entender que nadie puede identificarse a las palabras de otro hasta este punto en el que ya no son palabras sino hechos por demás desgajados de algo que, igual si lo digo, sirven para que se desgaje más, pero no es mío el problema, este es mi lugar de escritura, cada palabra se aparta de su significado para permitir que: ALGUIIEN HABLE.

Si pongo el ejemplo de que yo soy una nube, es porque lo soy, a ello se debe si tengo alguna facilidad con las palabras; no lo podría explicar más que diciendo que no tengo conscientemente ningún plan sobre cómo diré a partir de que me siento delante de una hoja en blanco. Tengo en cambio esa forma de nube que consiste en estirar lo más posible cualquier sentimiento porque confío en que, lo diga como lo diga, lo diré. No me preocupo ni lo más mínimo en las formas, estas las voy recogiendo en otros momentos que no son los de la hora de escribir. Y por lo mismo, cuando digo que es piedras, es por eso que en muchos sitios llamé “pegoteo”. Yo, la mayoría de las veces, ni siquiera me puedo permitir pensarlo así, el golpe consiste en señalar, trasladar a un ACTO que yo no puedo ni impedir ni dejar de ver, todo el MUNDO que es el lenguaje. NO hay conversación, no puede haberla cuando tengo constantemente en la frente un freno. Cuando veo por ahí eso de quedate_a_mi_lado sinceramente no sé si se trata de una broma macabra o si será verdad que lo crea posible. Y esa expresión es una entre mil, la de la “llave” es como una mueca retorcida carente por completo de boca. ¡Y de cabeza!

La noche de hoy ha sido … y vengo de la calle donde hace un sol maravilloso… ¡NO SEÑALES! Ahora, ¿cómo continúo lo que iba a decir si me sacó de cuajo de MI cadena de asociaciones? que no reconozca lo que hace tiene la gravedad de pretender que hay una realidad que le permite prescindir cuando le da la gana de casi todo. Se me atropellan las teclas, se me acelera el pulso, me lleno de ira, ¡cómo puede obstinarse en seguir en lo mismo si es que NO ES POSIBLE! Ya llevo tres renglones en los que me olvidé del sol… en la siguiente es muy posible que aparezcan los insultos, ¿cómo… cómo iría a ser eso quedarse al lado de alguien? NO PUEDO HABLAR, LITERALMENTE NO ME DEJA HABLAR, ¿CÓMO PUEDE CREER QUE YO CONSENTIRÉ ESO?

Empuja, empuja bestialmente pero no deja de ser lo que es y como es.





2 de noviembre de 2010






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