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EL QUE COSECHA VIENTOS,
RECOGE TEMPESTADES
Me siento mal y punto. Ya no hay tiempo para esperar a que ese demente retroceda. Hablar de ello es darle más triunfos. Así que tendré que escribir en el bloc de notas. Y no entrar a ese chat. He vaciado todo de este ordenador. Y no sé hasta dónde estará dispuesto a seguir con tal de no tener que usar las palabras. Ya qué me importa. Hoy tampoco he podido hacer nada, sólo seguir la mierda de este tío. Publicar en estos blogs lo que hace, parte de lo que hace, porque es demasiado para poder decirlo con palabras. Así que tengo que ser mucho más lista que él y no darle ninguna oportunidad de que siga jodiéndome la vida. Y si usara las palabras, ya para qué, ya se pasó seis mil pueblos, ya ni eso, pero digo que todavía se cree con crédito para seguir sus mamoneos.
Hoy nada, ni siquiera un poco de paz. Ninguna lectura, ninguna escritura, sólo la locura de este estúpido. Como él vive en ese chat, qué le importa si los demás tenemos que hacer otra vida.
Sigue robándome la música o lo que puedas, que esto ya no pasa de ahí. No voy a leerte nunca más. Señálale a tu... y así luego le tachas a... de loca.
25 de octubre de 2010
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